Actitudes que no ayudan

07.05.2015 13:36

Si bien el objetivo principal de los padres de un deportista en formación debe ser el procurar que su hijo encuentre y disfrute el placer del deporte que practica, lo cierto es que muchas veces su actitud condiciona decisivamente, y en la mayoría de los casos negativamente, el comportamiento deportivo, a corto y largo plazo, de su hijo.


Basándonos en la opinión del Prof. Rickter A. Valenzuela en su libro “Como ser entrenador… y no morir en el intento”, es posible establecer cinco “tipos” de padres cuya actitud suele ser…poco aconsejable: 

1.- El padre fanático: Esta actitud de los padres por lo general tiende a apocar la propia personalidad del niño. Suelen ser padres que nunca están conformes con las decisiones de los árbitros y entrenadores, y difícilmente apoyan al equipo. Únicamente apoyan a su hijo. 

2.- El padre entrenador: Esta actitud suele apreciarse, por lo general, en aquellos padres que practican o han practicado el mismo deporte que sus hijos. En estos casos el padre se convierte en el entrenador personal del niño, muchas veces malentendiendo una idea de continuación deportiva familiar. Una clara consecuencia es que, para bien o para mal, las indicaciones dadas por este tipo de padre serán mas obedecidas por el menor que las dadas por el mismo entrenador. Este padre muy rara vez está conforme con la actuación de su hijo y lamentablemente esta situación la acaba sufriendo el menor. Habitualmente esta actitud coarta la personalidad deportiva del menor, y éste, al no ver cumplidas las metas impuestas por sus padres, opta por abandonar la práctica deportiva.

3.- El padre manager: En nuestros días en que el deporte profesional genera cada vez más remuneraciones económicas, la aparición del padre manager es cada vez más frecuente. A este padre, mas que la practica misma del deporte y el bien para su hijo, sólo le interesa la recompensa económica que la practica del mismo le pueda significar. Este padre está dispuesto a todo para que su hijo logre ser el mejor, pero por lo general se olvida del menor y sólo ve en él un instrumento de ingreso económico. El problema más común es que el menor se ve sometido a una enorme presión psicológica y, en ocasiones, la práctica misma del deporte deja de ser placentera. 

4.- El padre indiferente: Lamentablemente es el más común. Es el tipo de padre al que la práctica del deporte de sus hijos le es totalmente ajena y su preocupación por el menor es mínima. 

5.- El padre sobre-protector: Situación muy común, especialmente en padres de hijos únicos. Los padres tienden a sobreproteger al menor de tal forma que no le dan espacio suficiente al niño para desarrollarse íntegramente y surge un sentimiento de ahogo por parte del niño que acaba amparándose en el deporte como medio de desahogo. 

Como antes decíamos, evite ser uno de estos cinco tipos de padre y haga un esfuerzo por adoptar una actitud de apoyo, ayuda y comprensión con su hijo. El deporte es, y debe ser, diversión. Sólo eso.

https://edeporte.com/competiciones-escolares/para-tus-padres/actitudes-que-no-ayudan.html